Puerto de Mazarrón vuelve a llenarse de público para deleitarse con el Santo Entierro

La Virgen de los Dolores se transforma en la Virgen de la Soledad para acompañar al Cristo del Perdón

Este año los desfiles de la Semana Santa de Puerto de Mazarrón han recibido un importante apoyo para su consolidación como una de las expresiones más importantes de estos días dentro de nuestra comarca: el apoyo del numeroso público que se han deleitado con las procesiones de Jueves Santo y Viernes Santo de la localidad costera. Ayer, la procesión del Santo Entierro volvió a llenar de emoción las calles más céntricas del Puerto y recibió la respuesta de vecinos y turistas que arroparon a los cofrades durante el cortejo procesional.

El desfile lo iniciaba la Cofradía de San Pedro que sacaba de nuevo a la calle a su titular pero, en señal de respeto por la muerte de Jesús, la imagen del apóstol vestía de luto con una capa de terciopelo negro bordada en oro sobre su túnica blanca. Sus cofrades vestían del mismo modo que el apóstol, es decir, con túnica blanca y capa, capuz y fajín negro. Como ya sucedía el Jueves Santo el trono de San Pedro iba adornado con redes, pues el dinero destinado a las flores fue cedido por la citada cofradía a obras benéficas.

A continuación desfilaba la Cofradía de San Juan cuya imagen también había cambiado su vestimenta respecto al Jueves Santo. En esta ocasión, el apóstol preferido de Jesús vestía túnica blanca pero su capa y su fajín eran rojos. Los cofrades de este grupo vestían totalmente de blanco, pero también llevaban el fajín rojo como el apóstol. Tras ésta, desfilaba la Cofradía del Cristo del Perdón y la Virgen de Los Dolores que sacaba a la calle dos pasos precedidos por un bello estandarte que era portado por el concejal de Festejos y Policía Local, Isidro Coy.

El primero de los pasos que sacaba esta cofradía era el del Cristo del Perdón con la Virgen de la Soledad. Se da la circunstancia que la virgen es la misma que procesiona en Jueves Santo como Virgen de los Dolores, una hermosa talla de Sánchez Lozano, a la que se le cambia el manto y las manos para transformarse en Soledad, que mira con gesto de dolor, muy característico de las tallas del citado imaginero, al Cristo del Perdón. Los cofrades de este paso vestían túnica morada y la capa, el capuz y fajín eran negros.

Esta cofradía también sacaba a la calle el Santo Sepulcro que representa a un Cristo Yacente sobre un manto de flores. Los cofrades de este paso vestían túnica encarnada y de negro llevaban la capa, el capuz y el fajín. Cerraba el cortejo la cofradía de la Virgen de las Penas cuya titular también había cambiado su manto azul por el negro del luto que lucía movido por la brisa bajo su palio. Sus cofrades lucían túnica negra y capa, capuz y fajín blanco.

En la presidencia iban el sacerdote de la parroquia de San José, Justo José Sánchez, los representantes de las cuatro cofradías del Puerto, la concejala de Política Social, Igualda, Sanidad Patrimonio Histórico y Museos, María Martínez, y los ediles de Servicios del Litoral y Seguridad Ciudadana, Miguel Mª García, y el de Recursos Humanos y Régimen Interior, Carlos García.

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