Fomento avanza en el desdoblamiento de la carretera de Mazarrón que agilizará los desplazamientos hacia la costa

En septiembre se adjudicarán los estudios de este proyecto, que se prevé que cuente con una inversión de 21 millones de euros

La construcción de esta obra se abordará con el sistema de financiación público-privada

La Consejería de Presidencia y Fomento avanza en el desdoblamiento de la carretera de Mazarrón, con la adjudicación en el mes de septiembre de los estudios económico financiero y de viabilidad, que permitirán la puesta en marcha de esta infraestructura que agilizará los desplazamientos hacia la costa.

El contrato implicaría el desdoblamiento de la RM-332 del tramo que une la salida de la autovía Totana-Mazarrón (RM-3) hasta el Puerto de Mazarrón, con una longitud de 8 kilómetros, y la conservación de 218 kilómetros de autovías y carreteras convencionales del entorno de Mazarrón.

La carretera entre Mazarrón y el Puerto de Mazarrón es el tramo de la red regional no desdoblada con mayor intensidad de tráfico, y actualmente soporta la circulación de 5 millones de vehículos anuales, lo que hace una media diaria de más de 13.500 vehículos.

La obra incluirá la construcción de dos glorietas, carriles bici y nuevo alumbrado. También se mejorarán los actuales dispositivos de drenaje, la señalización, y los sistemas de contención y seguridad.

Esta obra duplicará la capacidad de vehículos que actualmente absorbe esta vía, mejorará la seguridad vial del tramo y potenciará la importante actividad turística de Mazarrón y sus sectores industrial y agrícola.

Financiación

La construcción de esta obra se abordará con el sistema de financiación público-privada, fórmula elegida por el Ejecutivo regional para reactivar la obra pública, llevando a cabo las infraestructuras prioritarias para los ciudadanos de la Región de Murcia sin que compute en el déficit.

La Región será la primera comunidad autónoma en España en realizar el desdoblamiento de una carretera regional con un mecanismo de colaboración público-privada, hasta ahora solo utilizado para ejecutar infraestructuras como hospitales, radiales y autovías.

La colaboración público-privada permite que la ejecución de un proyecto no compute como déficit y, por tanto, no aumenta el nivel de endeudamiento de las arcas públicas durante el periodo de la construcción y se pueda aplicar el pago diferido en el tiempo, y distribuir los riesgos y beneficios del contrato entre el socio público y el privado.

El mecanismo de financiación más idóneo vendrá definido en un estudio que próximamente se adjudicará, que también determinará la inversión, el período de concesión, ajustado a las características y necesidades de la infraestructura objeto de análisis, y las condiciones económico-financieras.

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