La Demarcación de Costas del Estado ultima el proyecto del Paseo Marítimo del Alamillo en Mazarrón para su próxima aprobación y licitación

La titularidad privada de parte de los terrenos sobre los que estaba proyectado ha obligado a los técnicos a modificar el proyecto para adaptarse al suelo disponible sin reducir la superficie destinada al tránsito peatonal y circulación de bicicletas

Tras la actualización definitiva, Costas tiene previsto su aprobación y posterior licitación dentro del primer semestre de este año

La Demarcación de Costas del Estado está ultimando la actualización del proyecto del Paseo Marítimo del Alamillo en el Puerto de Mazarrón para su próxima aprobación y licitación, que contempla para el primer semestre de este año.

Desde el año 2018, el organismo estatal trabajaba en la actualización del proyecto, cuya primera versión data de 2003, pero el ayuntamiento de la localidad informó ese año que parte de los terrenos sobre los que estaban proyectadas las obras eran de titularidad privada, lo que obligó a los técnicos a modificar el proyecto para adaptarse al suelo disponible sin reducir con ello la superficie destinada al tránsito peatonal y la circulación de bicicletas.

Las obras proyectadas consisten en la construcción de un paseo marítimo peatonal, con 6 metros de ancho medio, y carril bici bidireccional que abarca la longitud de borde litoral de unos 1.280 metros y que servirá de corredor de comunicación entre el actual paseo del Rihuete y el futuro mirador en la Punta del Alamillo. La importancia de este tramo radica en que permitirá ampliar el área de movimiento, que actualmente se centra en el paseo del Puerto de Mazarrón, interconexionando infraestructuras nuevas y existentes, maximizando el potencial estético y turístico de este sector costero.

Atractivo turístico y natural

Se trata de una franja costera de indudable atractivo turístico y natural, con la presencia de playas en un entorno semi-urbano. Hasta hace pocos meses la presencia de la carretera regional RM-332 constituía una auténtica barrera artificial que ahogaba buena parte de la utilización de esta franja de borde litoral. Al haberse culminado el desplazamiento del trazado de la carretera respecto a la línea de playa, la consecuente liberación de espacio en la ribera puede permitir una revitalización de la zona.

El carácter marítimo del paseo lo relaciona íntimamente con la costa y con el mar, pero se evita la afección a la dinámica natural de estos elementos emplazándolo fuera de la zona del dominio público marítimo-terrestre y, por tanto, apartado de los posibles procesos erosivos que pongan en peligro las obras.

Si bien el ancho normal del paseo peatonal es de seis metros, varía esta anchura por la conveniencia de ajustar las obras a la zona por donde discurren, o por la creación de sobreanchos que, a semejanza de miradores, crean áreas que facilitan la reunión, el recreo o descanso de los usuarios, sin afectar o ser afectados por el resto de los usuarios.

Este sitio web utiliza cookies para facilitar y mejorar la navegación. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso. POLITICA DE COOKIES