Los restos arqueológicos de la plaza del ayuntamiento serán puestos en valor

Un tramo de suelo acristalado con panel explicativo es la opción que barajan la arqueóloga de la obra y los técnicos municipales para poner en valor un hallazgo del que se tenía constancia al inicio de los trabajos

La obra hidráulica de finales del siglo XIX que existe bajo la actual Plaza del Ayuntamiento será puesta en valor al término de las obras de renovación y mejora del entorno que se llevan a cabo en la actualidad. Tanto la arqueóloga de obra como los técnicos municipales ven como opción más viable la habilitación de un tramo de suelo acristalado con panel explicativo que hable del hallazgo, la época a la que pertenecía y la utilidad que prestaba en su momento.

La arqueóloga, María José Morcillo, refleja en un informe el cuidado con el que se trabaja en la zona con el fin de no dañar los trabajos y conservar los restos que ya presentan algunos daños de actuaciones de cableado anteriores al inicio de la las obras.

El documento señala que "siguiendo las directrices marcadas por Bienes Culturales, se ha procedido a realizar un estudio de la obra hidráulica del siglo XIX con un análisis y registro documental mediante fotografías, su georreferencia y su ubicación en la Plaza del Ayuntamiento.

Las pautas que se siguieron tras la aparición de los hallazgos, fueron primeramente, un análisis de la técnica de construcción y se procedió a ver si aparecían materiales arqueológicos como cerámica o metales alrededor para poder datar estas estructuras, pero solamente surgieron las conducciones sin contexto arqueológico. Las estructuras están construidas, una con mampostería y revestida al interior y la otra formando una bóveda de cañón de ladrillo visto, siendo esta última de mayor tamaño y dimensiones (90 metros de longitud y una anchura de 1,20 metros aproximadamente). Ambas obras tienen una cronología del siglo XIX y son obras hidráulicas ya que las conducciones secundarias tienen una leve inclinación hacia el interior para la recogida de agua pluvial, además de la aparición de una boca de registro para la limpieza

Tras un estudio preliminar, se consultó en el archivo municipal de Mazarrón, el "proyecto para la conducción de la cañería que ha de conducir las aguas potables de los manantiales de la Rambla del Garrobo a la Villa de Mazarrón", redactado en 1867, coincidiendo los planos y el trazado de esas cañerías con las construcciones aparecidas en la plaza del Ayuntamiento."

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